Educando a la luz de la fe
El deporte más allá de nuestras canchas…
Martes 19 de noviembre
Antes de tomar nuevos rumbos como egresado del LAVD, Maximiliano Cofré Vergara, quien fuera alumno de 4° medio A, compartió algunos aspectos de su vida, la que está muy vinculada al deporte, sobre todo al rugby, práctica que lo ha llevado a ser destacado en la prensa local y convocado a la selección nacional juvenil.
Max hoy tiene 18 años, y desde los 16 practica este deporte que le encanta, pues es un juego que demanda concentración, energía y tiene muchos golpes, los que siempre deben ir acompañados de técnica. Además, comenta que “en la cancha siento que todo lo que entrenamos se empieza a aplicar… en algunos partidos más que otros, pero siempre intento imaginar las jugadas, las posiciones, y el juego en general para poder estar concentrado, involucrado, y ayudar lo más posible al equipo”.
En cuanto a su familia y la vinculación que actualmente tienen con el deporte, precisó que su hermano, también alumno del LAVD, juega en Santiago en el Stade Francaise. Por otra parte, su papá mientras estaba en la Universidad, jugaba en la UC y también en el Stade. Pero precisó que quien tiene mayor cercanía con el rugby es su tío, pues mucho antes comenzó a jugar, cuando muy poca gente lo hacía y sólo existían algunos equipos. Con orgullo comenta que, incluso, llegó a ser seleccionado nacional.
Max cuando pequeño vivió en Estados Unidos y jugaba baseball. Al principio era muy malo, pero a pesar de eso, comenzó a practicar dicho deporte en familia, y junto a su papá y hermano fueron aprendiendo. Después de un tiempo lo invitaron a jugar en un equipo y ganó el premio MVP, que se otorga al jugador más valioso en un campeonato. Ese reconocimiento, precisa, fue muy importante para él, pues lo interpreta como una recompensa a todo el empeño que puso en instruirse respecto al baseball. En cuanto al rugby, confiesa que el orgullo más grande que ha tenido fue ser llamado a la Selección nacional juvenil, lo que considera un verdadero honor.
En la actualidad, Max continúa preparándose para la PAES, actividad que más tiempo le demanda por estos días. Sin embargo, también deja espacio para continuar con su pasión, jugando en el Club Callaquen, equipo con el que está finalizando un campeonato. “Después de la PAES mi foco principal es un torneo de sevens en Concepción. Mi intención es continuar en el rugby y ligado a Callaquen, pues ese grupo me ha enseñado todo lo que sé y me ha apoyado mucho. Gracias a mi entrenador, Gerardo Verdejo, incluso he tenido la oportunidad de que me vean preparadores de la selección”, explica.
Antes de abandonar los pasillos del LAVD quiso entregar un mensaje a quienes aún continúan en su etapa escolar. “Les quiero decir que busquen un deporte y lo practiquen. No importa cuál sea… uno a veces empieza porque van los amigos y eso es súper válido. Hay que pasarlo bien, disfrutar lo que se está haciendo. Después, se va descubriendo el potencial que se tiene, por ejemplo, que es bueno para correr, o bien, que es lento, pero tiene fuerza, o puede ser que lo que mejor haga sea organizar el equipo. Cada uno tiene sus habilidades, no todos tienen que ser rápidos para ser buenos. Yo, por ejemplo, no soy tan rápido, pero estoy atento al tema de movimientos y aplicar bien la técnica. Finalmente, lo importante es hacer deporte, cualquiera, y después quizá encontrarán su favorito, o quizá no… pero siempre seguirán en movimiento, por ejemplo, jugando “pichanga” con los amigos, y eso es igual de importante…”.
Max, desde el LAVD te deseamos todo el éxito en tu prominente futuro deportivo y, por supuesto, también en la Educación superior. Con tu esfuerzo y templanza estamos seguros que seguirá brillando.