Con una emotiva ceremonia finalizó la Tercera Asamblea Eclesial Nacional, instancia en la que los centenares de participantes pudieron encontrarse y pensar juntos el querer de Dios para la Iglesia en Chile. La clausura inició tras la foto final de todos los participantes, momento que siguió con los testimonios en video y en vivo de quienes asistieron a la Asamblea. En la oportunidad junto con expresiones de esperanza por lo vivido y discernido en conjunto, hubo llamados a que las propuestas de las comunidades no queden solo en el papel, sino que puedan implementarse en cada realidad local.
Las temáticas abordadas y las propuestas de la Asamblea
Durante la Asamblea, los participantes distribuidos en 60 comunidades pudieron discernir a partir de los temas que surgieron con fuerza en los informes diocesanos para el Sínodo de la sinodalidad convocado por el papa Francisco y que permitieron profundizar en el proceso nacional de discernimiento iniciado en 2018.
El viernes 7 de octubre se pudo conocer la primera síntesis del trabajo realizado por las comunidades del discernimiento, quienes abordaron temas de gran relevancia para las Iglesias locales: Transparencia; rendición de cuentas y supervisión; liderazgos y estructuras para favorecer la participación y la misión compartida; ministerios laicales; formación para relaciones más evangélicas y necesidades formativas.
Revisar la síntesis completa del viernes 7 de octubre en www.asambleaeclesial.cl
El sábado 8 de octubre, los participantes continuaron el trabajo en sus respectivas comunidades, vinculadas a otros aspectos de gran importancia como son: Víctimas, sobrevivientes de abuso y prevención, la mujer, los jóvenes, el medio ambiente, quienes más sufren, la realidad social y política del país, personas con orientaciones sexuales diferentes, la cultura y la familia.
Revisar la síntesis completa del sábado 8 de octubre en www.asambleaeclesial.cl
El domingo 9, en tanto, los delegados continuaron profundizando el trabajo, para establecer una priorización de los temas abordado en los días anteriores, estableciendo esta selección:
Relaciones al interior de la comunidad eclesial:
– Avanzar juntos como Iglesia en una gestión eclesial más transparente, donde hay rendición de cuentas y capacitación.
– Vicaría de la niñez.
– Carácter de los Consejos. Los Consejos diocesanos y parroquiales se deben comprender como órganos de comunión, de participación, de discernimiento y de toma de decisiones.
– Mujeres que acompañan y conducen. Nombrar mujeres responsables de acompañamiento y conducción, tanto en parroquias como en servicios pastorales diocesanos. Formar para el liderazgo y la animación pastoral.
Relaciones que interpelan a la Iglesia hoy
Medio ambiente
– Reformular la estructura diocesana y/o crear un Plan o proyecto pastoral que incorpore y permita visibilizar la opción pastoral preferencial por el cuidado de la casa común.
Los que sufren
– Reactivar y/o promover la pastoral de movilidad humana y la pastoral social.
Realidad social y política
– Conocer y profundizar en la Doctrina Social de la Iglesia, impulsando la dimensión profética. Impulsar procesos de formación permanente, integral y continua, y generar canales de comunicación y difusión efectivos, directos y masivos.
Mujer
– Promover la dignidad de la mujer, en la comunidad eclesial, en la familia, formadores, consagrados, laicos y educadores para acogerla, integrarla y acompañar su realidad.
Víctimas y sobrevivientes
– Seguir trabajando y poner en práctica ambientes seguros y sanos (ISE y más). Se podría ser en colegios, parroquias, movimientos, obispos, en toda la iglesia. Toda la comunidad, todos los creyentes deben colaborar.
Personas con orientaciones sexuales diferentes
– Generar espacios de conversación para sensibilizar (diócesis, vicarías, parroquias, consejos, movimientos, colegios). Con Pastores, Agentes pastorales, Personal de salud: psicólogos, terapeutas, acompañantes, teólogos, moralistas, canonistas.
Jóvenes
– Formación para acompañar a los jóvenes, manejo de plataformas digitales, manejo de las emociones, formación y espiritualidad juvenil, formación en lenguaje juvenil, itinerario formativo integral, pedagogía de Jesús y formación litúrgica.
Cultura
– Procurar colaboración mutua entre la sociedad civil y la iglesia.
Familia
– Implementar la formación permanente de los matrimonios, desde el noviazgo para que conozcan su misión: familia como Iglesia Domestica que lleva a la fe.
La síntesis final del trabajo realizado por las 60 comunidades de discernimiento durante los tres días en que desarrolló este encuentro será entregada por el equipo nacional de la Tercera Asamblea Eclesial luego de 15 días para así poder incorporar todas las sugerencias y aportes recibidos durante la jornada de clausura.
Tras la presentación de las propuestas priorizadas, la ceremonia prosiguió con un significativo momento orante, que incluyó una renovación de las promesas bautismales y le bendición con agua de todos los asistentes. Luego, tanto el Secretario General de la CECh, obispo Sergio Pérez de Arce, como el equipo de la Secretaría adjunta para la pastoral conformado por el pbro. Renzo Ramelli y Marcela Algaze, motivaron a los participantes a llevar estas propuestas a sus comunidades. También agradecieron a todos las personas que hicieron posible el encuentro, así como al Colegio La Salle. El cierre estuvo a cargo de los músicos que compusieron el himno de la Asamblea quienes por primera vez durante estos días pudieron tocar presencialmente y en vivo el tema que construyeron sinodalmente de manera remota durante la pandemia.
Signo de perdón a víctimas y sobrevivientes de abuso eclesial en Eucaristía de jornada final
Previamente, en medio de la celebración eucarística del último día de la asamblea -y tras la homilía del cardenal Celestino Aós- el obispo Alberto Lorenzelli; la Delegada para la Pastoral General de San Felipe, la hna. Nelly León; la directora del Departamento Prevención de Abusos y Acompañamiento a las Víctimas del Episcopado, Pilar Ramírez; y el representante de la Delegación de Linares, Miguel González; se acercaron al altar con una vela encendida donde realizaron un signo de perdón por las víctimas de abuso sexual en la Iglesia. El momento fue acompañado por el relato del secretario general de la Conferencia Episcopal, obispo Sergio Pérez de Arce, quien expresó: “Queremos no solo pedir perdón a las víctimas y sobrevivientes, sino también comprometernos para acabar con ese dolor, darles las gracias por su valentía al denunciar, y pedirle al Dios de la vida que nos haga cada vez más lúcidos, más empáticos, más valientes, para que así podamos volver a encender, como profetas, la llama de la fe”.
Fuente: www.iglesia.cl